Por
Lillian Roberts,
Directora Ejecutiva, DC 37, AFSCME
Después
de nuestra última sesión con los negociadores del gobierno de la
ciudad, dejé la mesa de negociaciones disgustada y enojada. Todo nuestro
Comité de negociaciones, compuesto por los 56 presidentes locales del DC
37, está indignado. Sabemos que el dinero está ahí, en el
presupuesto, para pagar un aumento justo, pero tras muchos meses de plática,
el gobierno municipal no nos ha hecho una oferta adecuada.
Yo nunca negocio
en los medios de comunicación, pero ya basta. Estoy mandando la alarma.
Nuestros miembros están siendo dañados. Cada día que pasan
batallando por poner el alimento en su mesa, por mantener techo en sus hogares
y pagar las cuentas, sienten el dolor de tener una economía equivocada.
Aquí
y ahora mismo, el gobierno de la Ciudad de Nueva York no ha respondido a nuestro
llamado por un arreglo razonable de contrato, basado en la norma que ha establecido
el gobierno municipal con otros sindicatos.
Siempre hemos sido un sindicato
responsable. Anteriormente, hemos aceptado contratos basados en normas establecidas
en negociaciones con sindicatos municipales. De hecho, muchas veces hemos encabezado
el camino y establecido la norma. Pero esta ronda de negociaciones es diferente.
El gobierno municipal ha elegido establecer un patrón de conducta claro
que dicen que está bien para otros servidores públicos, pero no
para nosotros. ¿Por qué no?
Lo único que pedimos es
que esa norma que el gobierno municipal ha establecido en negociaciones con otros
sindicatos sea aplicable a nosotros. Los trabajadores del DC 37 representan 1000
puestos de empleo, desde contador hasta guardián de zoológico. Cada
uno de nosotros somos vitales para la calidad de vida en esta ciudad. Esa norma
haría gran cosa por borrar las desigualdades que existen actualmente. Nos
merecemos ser tratados con justicia y equidad: nada menos que eso.
Trabajadores
deberían recibirtrato igualitario
Nuestras pláticas
con el gobierno municipal están en graves problemas, a menos que la dirección
decida respetarnos, respetar el importante trabajo que hacemos, y reconocer nuestro
derecho a recibir un trato igualitario.
Hemos revisado atentamente el presupuesto
para ver hacia dónde se está destinando ese dinero. Lo que descubrimos
son graves desigualdades en la distribución de los fondos. Desde 2005,
el gobierno de la ciudad ha aumentado la contratación externa a más
de 8 billones de dólares al año, y ha reubicado los fondos para
que vayan hacia el sector privado. En muchos casos, ellos están haciendo
el trabajo de puestos de servicio público para los que nuestros miembros
han tenido que calificar por su propio mérito y capacidad. Además,
están recibiendo sueldos más altos. Esto no sólo desperdicia
el dinero de impuestos que paga la población sino que evita tener que rendirle
cuentas de los recursos públicos.
A partir de 2002, DC 37 publicó
documentos informativos que descubrieron el desperdicio por un gobierno
alterno a la sombra de consultores y firmas externas que se alimentan del
gobierno de la ciudad. Por lo cual, el gobierno redujo su contratación
externa entre 2002 y 2005. Ahora, está volviendo a aumentar la cantidad
de empleados externos en nuestros trabajos. No lo aguantaremos.
DC 37 sirve
como un vigilante del uso que el gobierno municipal da a sus recursos. Mientras
que los funcionarios públicos electos duran hasta 8 años en su cargo,
muchos de nosotros dedicamos toda nuestra vida laboral a hacer que esta ciudad
funcione apropiadamente. Amamos nuestros trabajos y estamos dispuestos a servir
en cualquier función, pero exigimos que nos traten con justicia, igualdad
y respeto.
Estoy solicitando otra sesión de negociaciones con el
gobierno municipal. ¡Ya basta!