Dos
días después de que las dependencias municipales presentaron sus
planes de hacer recortes generales presupuestales de un 7.5% antes del 2010, los
dirigentes del DC 37 se plantaron en las escaleras de las Oficinas Municipales
con cientos de neoyorquinos para protestar contra ese plan que injustamente va
contra los neoyorquinos más vulnerables.
El DC 37 marchó
el 10 de octubre en una coalición de 50 sindicatos, organizaciones y grupos
de las bases sociales para lanzar la campaña Un Nueva York, Una Lucha.
Levantamos
nuestras voces para decirle al Gobierno de la Ciudad: ¡NO!
expresó el codirector de DC 37, Oliver Gray. No a los recortes a
los servicios vitales que hacen de N.Y. un lugar grandioso, y no a las suspensiones
para los hombres y mujeres que trabajan duramente para proveer esos servicios.
Aunque
el Congreso votó por aprobar billones de dólares de fianza para
los banqueros y corredores de bolsa de Wall Street, según informaron los
organizadores de la coalición, no hay tal plan para ayudar a la Avenida
Flatbush, ni a Fordham Road ni a la Calle 125: las calles populares de Nueva York.
El
colapso de Wall Street y la recesión a nivel nacional aumentará
de manera crítica las necesidades de miles de neoyorquinos de tener alimento,
albergue, atención médica, asistencia para calefacción, guardería
infantil, servicios jurídicos y servicios de asistencia al Sida (AIDS).
Sin
embargo, a los legisladores locales se les ha pedido que aprueben reducciones
presupuestales que desestabilizarían los servicios para los ancianos, los
jóvenes, los niños, los inmigrantes y los pobres. Los recortes
consistentes en 2.5% en el año fiscal de 2009, que termina el 30 de junio,
y otro 5% en 2010 podrían indicar un regreso a las calles sucias
y un aumento a la delincuencia callejera que había en los hambrientos años
fiscales de los 70.
La coalición convocó a los legisladores
a apoyar la economía local y los servicios a las comunidades por toda la
ciudad, y a no castigar a los sectores de menos recursos, pobres y de clase media,
cortándoles una red de servicios de seguridad de la cual dependen cada
vez más para sobrevivir.
Recortar hasta el fondo los servicios
vitales y suspender a los empleados del servicio municipal durante una recesión
no va a ayudar a la economía, dijo Gray.