El gobernador George E. Pataki presentó
una escena repetida una y otra vez en Albany, cuando sacó su propuesta
de presupuesto de $110.7 billones para el 2006-7. Esa propuesta presupuestal les
daría billones de dólares de exenciones de impuestos a los ricos
y les robaría billones a los servicios de los que dependen las familias
asalariadas y los pobres, como son los de educación, de bibliotecas, de
Medicaid y de atención médica pública.
Pataki va
a dejarle al estado una deuda de $49.9 billones de dólares: $13 billones
más de cuando tomó el cargo hace 12 años.
Tenemos
un superávit de 2 billones de dólares en el estado y de todos modos
el gobernador quiere hacer recortes masivos que nos forzarían a hacer menos
con menos, indicó la directora ejecutiva de
DC 37, Lillian Roberts.
Los recortes al presupuesto perjudicarán a nuestros miembros y a
la mayoría de los neo-yorquinos.
El presupuesto nuevamente
les daría menos a los niños de las escuelas públicas de la
Ciudad de Nueva York, al entregarles unos simbólicos $375 millones en lugar
de los $5.6 billones al año para costos operativos y $9.2 billones a lo
largo de cinco años para la construcción de escuelas tal como exige
la decisión del tribunal de la Campaña por Equidad Fiscal. A la
fecha, Pataki ha gastado más de $12 millones de dólares en apelar
la decisión de esa campaña, la cual ordena un mejor financiamiento
para el millón de estudiantes de la ciudad. El nuevo presupuesto propone
agregar 150 escuelas con privilegios regulatorios charter, lo cual
es una forma de privatización educativa.
La propuesta de
presupuesto para el programa de Compensación por Accidentes Laborales (Workers
Comp) es parte del plan antisocial de Pataki, dijo la directora de
Acción Política, Wanda Williams. Recortaría pagos compen-satorios
a trabajadores lesionados y dejaría que las compañías farmacéuticas
y de seguros controlaran al fondo.
El plan de pensiones Task
Force propuesto por el gobernador es otra argucia en contra del trabajador
que llevaría a poner un Nivel 5, con reducción de prestaciones.
El presupuesto para el incentivo de jubilación temprana restringido
a 400 gerentes, incluyendo a muchos funcionarios políticos designados
eliminaría los puestos de trabajo, dejándoles cero oportunidades
de ascensos a los miembros sindicales, añadió Williams.