Además
de todos los perturbadores efectos locales, estas suspensiones van en contra de
todo lo que el presidente Barack Obama está tratando de hacer por el pueblo
asalariado de este país. Mientras que el presidente está creando
empleos, el gobierno municipal va a destruir los empleos y a debilitar este plan
de recuperación de la recesión.
El pueblo espera que nuestros
miembros estén listos para manejar emergencias y proporcionar servicios
confiables. Hacemos un buen trabajo de ello, pero las suspensiones masivas reducirán
nuestra capacidad de satisfacer esas necesidades. Los despidos de nuestros miembros
propuesto recortarán además nuestro ingreso de impuestos y perjudicarán
a los negocios locales.
Ningún gobierno responsable puede recortar
conscientemente los servicios vitales y suspender a los empleados leales que trabajan
duramente, mientras haya alternativas realistas: ¡y las hay!
Nosotros,
como sindicato responsable, estamos indignados ante el vasto desperdicio que hace
la administración con el dinero de la gente que paga impuestos. Nuestro
informe titulado Desperdicio masivo en tiempos de necesidad, le mostró
al gobierno de la ciudad cómo ahorrar millones de dólares, evitar
miles de ceses laborales y proteger los servicios públicos: reduciendo
los $9 billones al año que la administración entrega a los carísimos
consultores y a los negocios privados que cobran más de la cuenta. ¡Que
recorten el desperdicio y que salven los empleos y los servicios!
Nuestra
historia será contada
Estoy furiosa por la destructiva
aproximación de que las suspensiones van primero, y creo que
la gente de esta ciudad se levantará con rabia ante la innecesaria miseria
que la administración está creando para los trabajadores y el público
usuario. Cesar laboralmente a los trabajadores mientras manejan una sexta parte
del presupuesto municipal para darlo a las compañías privadas es
labor de destrucción de sindicatos... y no lo voy a aguantar.
DC
37 está peleando en respuesta, y AFSCME, nuestro sindicato nacional, está
luchando junto con nosotros. Estamos recurriendo a todas las herramientas que
tenemos, y la batalla será feroz. Nuestros dirigentes de las bases sindicales
y nuestros negociadores están yendo a cada agencia y departamento amenazados
con ceses laborales. En algunos casos, nuestros miembros han votado por tomar
licencias voluntarias para repartir el dolor entre muchos en lugar de ver a los
compañeros perder sus trabajos. Yo aplaudo su decisión tan entregada
y generosa.
En la arena política, estamos haciendo una labor intensa
de cabildeo y demandando al gobierno municipal, y nuestras Asociaciones Comunitarias
estarán informándole a la gente en sus vecindarios sobre cómo
será el efecto de los próximos recortes en sus vidas, en sus familias
y en sus comunidades. Creo que los neoyorquinos no tolerarán políticas
fuera de la realidad, las cuales favorecen los ceses y los recortes a los servicios,
en lugar de reducir las enormes ganancias que el gobierno municipal vierte sobre
el sector comercial mediante las contrataciones externas.