Por
LILLIAN ROBERTS,
Directora Ejecutiva de DC 37
AFSCME, AFL-CIO
Cualquier
miembro del Consejo Distrital 37 pasa toda su vida de trabajo proporcionando servicios
vitales para los neoyorquinos: atención médica, educación,
caminos, agua potable, vivienda pública, servicios de apoyo a escuelas,
protección de la infancia, y financiamiento gubernamental. Nuestros servicios
hacen funcionar a Nueva York. Sin embargo, se les ha declarado la guerra a los
trabajadores municipales, y estamos defendiendo nuestras carreras de servicio
civil de una administración que favorece a los contratistas privados por
encima de los servicios públicos.
Hemos iniciado una campaña
masiva de respuesta para alertar a la opinión pública sobre lo que
está haciendo City Hall con el dinero del pueblo, y nuestro mensaje se
está difundiendo. Cada vez más neoyorquinos se están dando
cuenta de que el desperdicio colosal de $9 billones del gobierno municipal en
contratación externa es el responsable del debilitamiento de los servicios
de la ciudad y de que la gente se quede desempleada.
A medida que los votantes
se enteran de que el gobierno municipal entrega $9 billones del dinero de los
impuestos al sector privado cada año con poca supervisión, comprenden
que los alegatos de pobreza del alcalde son exagerados. Nuestra fuerza crece cada
vez que un contribuyente de impuestos descubre que el Departamento de Salud le
está pagando $56.00 por hora a una agencia privada para substituir a las
enfermeras escolares, en lugar de contratar a enfermeras municipales que hacen
un mejor trabajo por $38 por hora.
Nuestro mensaje
se está difundiendo
El pueblo está viendo nuestros
anuncios en el tren subterráneo; está oyendo nuestros anuncios en
la radio y está leyendo los volantes que nuestros activistas están
distribuyendo por todas partes de los cinco condados. Yo recibo llamadas todos
los días de nuevos partidarios, y muchos de ellos están visitando
nuestra página electrónica www.dc37.net para mandarle duros mensajes
al alcalde.
En mayo, más de 150 trabajadores miembros y empleados
salieron un domingo a la calle a repartir volantes sindicales en muchas comunidades.
Otros los distribuyeron en paradas del tren durante las horas pico en días
de trabajo. Y ahora hemos movilizado a una nueva fuerza poderosa en nuestra campaña
para combatir la contratación externa, proteger los servicios públicos
y salvar los empleos: el ejército sindical de delegados de planteles y
voluntarios políticos.
Quiero dar las gracias personalmente a cada
uno de los 700 activistas de nuestras bases sindicales que el 11 de junio estuvieron
en la manifestación sindical y se comprometieron a dedicar su tiempo y
esfuerzo a acelerar al máximo esta campaña. Fue una inspiración
verlos levantarse uno tras otro para proclamar su orgullo como servidores públicos
y hacer sugerencias creativas sobre cómo podemos intensificar esta campaña
contra la contratación externa.
A la lucha contra la contratación
externa se han unido nuevos grupos de activistas. Fue emocionante ver en la concentración
a tantos jóvenes sindicalistas de nuestro Programa Nueva Generación
(Next Wave) para nuevos dirigentes. También me entusiasmó sobremanera
ver el ánimo de los participantes del Programa de Capacitación para
el Empleo. Están luchando por reemplazar a los carísimos contratistas
externos y ser contratados en verdaderos empleos municipales cuando terminen su
capacitación, en lugar de ser devueltos al plan de asistencia social y
a la cruel rutina de la administración que va rumbo a ninguna parte.
Ver
a los activistas partir de la manifestación entusiasmadísimos y
cargando bultos de volantes para distribuirlos en sus iglesias y en sus comunidades
me indicó que estamos en el camino correcto y en marcha.
Muchos
alcaldes se han enfrentado al Consejo Distrital 37. Ahora todos ellos se han ido
y nosotros estamos aquí celebrando este año nuestro aniversario
número 65.