Por JANE LaTOUR
El verano pasado hacía calor en el Departamento de Informes
Médicos del Hospital Metropolitano. ¿Qué tanto
calor? El 26 de junio la temperatura alcanzó los 91°F,
y el 4 de julio, los 95°. El 13 de agosto, la temperatura llegó
a 96.8°. “Estaba extremadamente caluroso.
Era terrible”, contó el Oficinista III William McFadden.
“Abrimos las ventanas y puertas, pero no había brisa.
Llegué al grado de meter mis pies al hielo. Así de calor
hacía”, indicó Alissa Harris, una Oficinista III
que ha trabajado 25 años en el hospital. Por su parte, la Oficinista
III Olinda Mapp recuerda: “Estuvo realmente mal. Constantemente
teníamos que tomar agua y comer hielo como si fuera a quedar
descontinuado”.
Hacía tanto calor que la Sra. Harris, junto con otros 31 miembros
de la Sección Local 1549 de Oficinistas y Administrativos pusieron
una queja colectiva. El 5 de marzo, se les recompensó con pago
por tres días de calor. La disposición por días
de calor, incluida en el contrato del DC 37 que cubre a toda la ciudad,
se aplica cuando no hay aire acondicionado o cuando este sistema se
descompone. En este caso, el Dept. de Informes Médicos tenía
un sistema de enfriamiento que no funcionó los días
más calurosos del 2002.
Marilyn Kelly, Oficinista III, se siente reivindicada. “Me alegra
que el sindicato haya cuidado de nosotros. No pensé que tuviéramos
muchas posibilidades”, dijo Kelly. Ahora que se acerca el verano,
la Sra. Harris también está contenta de que el sindicato
les ayudó. “Si vuelve a pasar, espero que el sindicato
tenga control de la situación otra vez”, dijo la Sra.
Harris.
El representante de quejas Efraín Pérez y el delegado
de planta Danny Linares están complacidos con la victoria para
los trabajadores que quedan aturdidos con el calor, y por los ascensos
que se ganaron dos trabajadores miembros en marzo, gracias a unas
quejas por trabajo no correspondiente al puesto.
Diane Martínez, Oficinista III, y Kimberly Moore-Rolle, quien
trabajó en el Hospital Metropolitano desde 1984, fueron ascendidas
a asistentes de gerentes coordinadores.
“El sindicato es fabuloso”, dijo la Sra. Kimberly-Rolle.
“Yo fui delegada de planta y animaba a todos a que entraran al
sindicato. Danny Linares y Efraín Pérez ayudaron muchísimo”,
dijo la Sra. Martínez.