Por ALFREDO ALVARADO

Desafiando a la abrumadora oposición conformada por los padres organizados, por el movimiento laboral y por el Consejo Municipal, el alcalde Michael R. Bloomberg despidió a 642 empleados del Departamento de Educación. Casi todos eran miembros del Sindicato Local 372.

"Sin ninguna razón fiscal válida, el alcalde despidió a casi 700 de los trabajadores de más bajos salarios de la ciudad; principalmente mujeres de raza negra e hispanas, muchas de ellas madres solteras", manifestó la directora ejecutiva de DC 37, Lillian Roberts.

Los despidos masivos constituyeron el más grande despido de agencia gubernamental desde que el hombre que se autonombra "el alcalde de la educación" tomó posesión de su cargo. El sindicatoahora llevará esta lucha ante la Suprema Corte de Justicia del Estado de Nueva York, anteponiendo una demanda contra los despidos por recorte, y continuará presionando en la arena política para que se destinen fondos a restaurar los empleos.

En la batalla contra los despidos DC 37 y el Sindicato Local 372 organizaron una ola de protestas junto con dirigentes políticos locales en todos los condados, la cual culminó en una manifestación masiva el 4 de octubre en la sede de la alcaldía. A miles de miembros del Sindicato Local 372 y de DC 37 se sumaron partidarios de más de una docena de sindicatos, así como del Consejo Municipal y de la Legislatura Estatal, y cientos de activistas del movimiento Ocupa Wall Street.

El secretario tesorero de la AFSCME, Lee A. Saunders, se unió en el podio de la manifestación a Roberts y al presidente del Sindicato Local 372, Santos Crespo, y expresó su indignación ante los ceses laborales.

"¡Estoy endemoniadamente furioso y ustedes deberían estarlo también!" dijo Saunders. "Este alcalde ha despilfarrado miles de millones de dólares en sus compinches. Alguien tiene que defender a estos empleados escolares, ¡y ese alguien somos nosotros!". La AFSCME (Federación Americana de Empleados Estatales, de Condados y Municipales) es el sindicato matriz del DC 37 y cuenta con 1.6 millones de miembros.

"El Departamento de Educación está anunciando en su sitio electrónico a gente que hace los mismos trabajos que nuestros miembros están perdiendo -señaló Crespo-. Y están buscando aprobar contratos de largo alcance por millones de dólares. Simplemente no se ajusta el cálculo".

La asambleísta estatal Deborah J. Glick habló durante la manifestación y acusó los despidos de ser innecesarios. "De lo que esto se trata es de destruir a las familias de los trabajadores y de privatizar todo aspecto del gobierno", dijo ella a la multitud.

El 7 de octubre -el último día de trabajo para los 642 miembros sindicales-, el sindicato realizó una conferencia de prensa en las escaleras de City Hall. Roberts, Crespo, los trabajadores y sus partidarios, denunciaron los despidos.

La congresista Nydia M. Velázquez regañó duramente al alcalde y al Departamento de Educación.

"Hemos luchado mucho en Washington para poner dinero en las escuelas", dijo Velázquez, quien representa el 12avo. Distrito del Congreso. "El alcalde está equivocado. Quiere tener el control de las escuelas pero no quiere rendir cuentas".

La rabia extendida contra Bloomberg y el canciller de Educación Dennis Walcott resonó en las salas gubernamentales el 11 de octubre, cuando los comités de Finanzas y de Educación realizaron una audiencia conjunta sobre la falta de transparencia de la administración de Bloomberg respecto a los despidos. El plan de despedir a los trabajadores jamás estuvo incluido en la propuesta presupuestal del alcalde, la cual había sido debatida y modificada por el Consejo Municipal en junio.

"En ninguna parte se nos informó que estos auxiliares escolares estaban en peligro de perder sus empleos. Si lo hubiéramos sabido, habríamos podido hacer algo al respecto "dijo el presidente del Comité de Finanzas et consejal Domenic Recchia, sacudiendo furioso su dedo ante Walcott.

En lugar de incluir el plan de despidos en el presupuesto, Bloomberg redujo los fondos escolares y Walcott trató de echarles la culpa a los rectores de los despidos.

Luego de que Walcott testificó, Roberts y Crespo se dirigieron a la audiencia presentando sus preocupaciones. "Luego de que habíamos hecho una cantidad de propuestas que habrían cerrado el déficit presupuestal, el Departamento de Educaicón básicamente se negó a negociar de buena fe", dijo Crespo. Roberts acusó que los despidos convirtieron a los niños estudiantes y a los empleados en "daño colateral de una calculada maniobra política" del alcalde.