Por LILLIAN ROBERTS
Directora Ejecutiva de DC 37



El cese de 642 trabajadores escolares del Departamento de Educación, ocurrido el 7 de octubre, fue una injusticia terrible, y no desistiremos de nuestra lucha por reinstalarlos.

Los despidos masivos desmoronarán el legado que el alcalde Michael R. Bloomberg esperó dejar como "el alcalde de la educación".

Invitamos a la delegación de la ciudad en el Congreso a una cumbre sindical el 22 de noviembre para analizar los despidos por recortes y las descarriadas políticas del Departamento de Educación, así como sus inadecuados malgastos.

El Departamento de Educación llevó a cabo los despidos a pesar de las críticas de los concejales municipales, y rechazó las propuestas del sindicato que habrían evitado los recortes masivos de personal. Los ceses perjudicaron principalmente a las mujeres negras y latinas. Los trabajadores, mayoritariamente miembros del Sindicato Local 372, forman parte de la familia de DC 37, y vamos a permanecer con ellos.

La ciudad alegó que eran necesarios esos despidos para cerrar un hueco presupuestal de $38 millones. Pero la realidad es que no había una razón válida fiscal para hacer esos despidos. Nuestro análisis plantea ahorros de $22 millones. Y el total de los llamados "ahorros" por los despidos es mucho menos de los $600 millones que el Departamento de Educación sumó al presupuesto de este año para destinarlo a subcontrataciones externas. De seguro, con un examen detallado del gasto en esas contrataciones se habrían encontrado los fondos para ayudar a evitar esos despidos.

En una audiencia conjunta de los comités de Finanzas y Educación del Consejo Municipal celebrada el 11 de octubre, los concejales cuestionaron la lógica del Conciller de Educación, Dennis Walcott, para hacer esos despidos. El concejal que preside el Comité de Educación, Robert Jackson, sugirió que nuestros niños son a fin de cuentas las principales víctimas del juego político que atacó a los trabajadores de bajos salarios y a las escuelas de menos recursos en las comunidades de color. El presidente de Finanzas el Consejal Domenic Recchia Jr. señaló que durante las audiencias sobre el presupuesto celebradas a principios del año, el Departamento de Educación no informó sobre su plan de despedir al personal auxiliar escolar. Si los concejales hubieran sabido de los recortes de personal, informó Recchia, habrían tratado de evitarlos. La concejal Letitia James destacó que las 100 vacantes de empleo anunciadas por el departamento básicamente equivalen a los puestos de los trabajadores despedidos.

Contratación externa acaba con empleos

Cuando se le preguntó por qué el Departamento de Educación no tomó en consideración la propuesta sindical de permitirles a 10 mil trabajadores salvar los empleos de sus compañeros aceptando una reducción en horas y en licencias, Walcott alegó que ese paso habría representado demasiada alteración. ¿No altera más despedir a un personal vital de apoyo, dejando a los maestros y a los niños sin la ayuda que necesitan?

Ernest Logan, cabeza del sindicato de principales, contradijo el argumento de Walcott respecto a que los despidos estaban basados en presupuestos preparados por los principales de las escuelas y no por la descarriada política de la oficina central con sus 1,400 gerentes, de los cuales la mitad tiene salarios de un promedio de $130 mil al año. Para mayor sorpresa, los despidos se ejecutaron a pesar de que, según un informe de prensa, el departamento descubrió que había subestimado su caída del gasto por $30 millones durante el proceso de análisis de presupuesto hecho por las escuelas.

Los despidos han ocurrido mientras el gobierno municipal derrochó $1 mil millones en costos inflados y en un indignante fraude de contratación externa de proyectos como el del sistema de pago de nómina automática CityTime, el de expedientes computarizados de personal NYCAPS y el de Future Technology Associates, el cual, a decir de los investigadores, robó $6 millones a nuestras escuelas. Sentimos que los despidos reflejan un golpe político contra el sindicato por los años en los que ha exhibido semejante despilfarro y fraude.

Mientras anticipamos que el alcalde llamará a hacer más recortes en su modificación al presupuesto de mediados de año, nosotros decimos: ¡basta! El gobierno de la ciudad debe oír el llamado sindical a acabar con el despilfarro de $10.5 mil millones de gastos en contratistas externos, y a recuperar los millones de dólares de ingresos y cuotas que no cobró: pasos que permitirían al Departmento de Educación llamar de vuelta a su trabajo a los trabajadores cesados y evitar más injusticias.