Por LILLIAN ROBERTS,
Directora Ejecutiva de DC 37


"¡Todos somos Wisconsin ahora!", decía en los botones que los trabajadores se pusieron cuando marcharon este 26 de febrero frente a City Hall .

"Tanto si están ustedes en un sindicato como si no, todos somos ahora miembros del movimiento obrero", decía un orador ante una multitud de 10 mil personas ese mismo día en Chicago, mientras se realizaban protestas en todos los estados de la nación.

Los empleados del servicio público en Wisconsin han estado luchando contra un despiadado gobernador de derecha, a favor de los derechos de la gente que trabaja día con día para organizarse y sentarse a la mesa de negociaciones frente a la gerencia, y poder así opinar sobre su pago y sus condiciones de trabajo.

Estamos en Nueva York batallando por salvar nuestros empleos, nuestras pensiones, nuestros planes de seguros y nuestro sistema de servicio civil de un alcalde multimillonario que intenta regalarles a las empresas privadas lo más que pueda del gobierno, al tiempo que destruye nuestros derechos.

Nuestras pensiones salvaguardan nuestro derecho de vivir con dignidad después de nuestros días de haber trabajado por varios años.

Nuestros seguros preservan nuestro derecho a la atención médica.

Nuestro sistema de servicio civil protege nuestro derecho a la contratación y los ascensos sin prejuicios discriminatorios. Protege asimismo el derecho del pueblo de tener empleados municipales contratados con base en sus méritos y capacidad, en lugar de sus relaciones políticas o personales.

Al igual que el movimiento de derechos civiles de los años 60, las actuales luchas en Wisconsin, Nueva York y por todo el país son por los derechos humanos esenciales. Martin Luther King Jr. murió luchando por esos derechos en 1968 en Memphis, donde ayudaba a miembros de nuestro sindicato nacional - la Federación Americana de Empleados Estatales, de Condado y Municipales - a ganar su batalla por dignidad humana y representación sindical.

Desde California hasta Maine, estamos luchando contra estos ataques a nuestros derechos en una economía devastada por la codicia de Wall Street, con gobernadores y alcaldes que usan los problemas presupuestales como pantalla de humo para cometer asaltos ideológicos contra los servicios públicos y los empleados públicos.

En Wisconsin, el gobernador Scott Walker otorgó enormes exenciones de impuestos a las grandes empresas primero, y después les echó la culpa de los huecos presupuestales al costo de los seguros de los empleados públicos. Los trabajadores ofrecieron concesiones económicas, pero él de todas formas se fue sobre sus cuellos con su asalto total a sus derechos.

Alcalde recibe más dinero pero aún así recorta empleos

Aquí, el alcalde anunció en noviembre que tenía que recortar un 12% de los presupuestos de agencia, eliminar miles de empleos y despedir a los empleados debido a los déficits presupuestales que se avecinaban y al costo de las pensiones y los seguros médicos, el cual denominó excesivo. Ahora quedó claro que realmente no es de dinero el problema del gobierno de la ciudad.

A pesar de que mejoró el ingreso que le fue entregado a él con $2 mil millones extras, Bloomberg no canceló un solo despido de su plan presupuestal de febrero. Él quiere que nosotros "compartamos la carga", pero no les pidió a sus consultores y contratistas privados que reduzcan ni un centavo de sus honorarios exorbitantes: ni siquiera cuando los costos de los contratistas se inflaron en $600 mil millones el último año fiscal.

DC 37 demostró que el gobierno municipal está descuidando por lo menos $200 millones de impuestos recurrentes de empresas, pero que el alcalde no ha hecho nada por cobrar ese ingreso disponible. Desde que se hizo alcalde, el valor de la propiedad exenta de impuestos ha aumentado de $17 mil millones a $40 mil millones. Un estacionamiento de vehículos de Queens que fue clasificado como obra de caridad escapó del pago de impuestos de $1.5 millones al año.

La administración quiere desperdiciar el dinero privatizando los medidores de estacionamiento en la calle y malbaratando su fuente de ingresos de $150 millones al año. La ciudad de Chicago perdió miles de millones de dólares con un plan similar.

El movimiento obrero y los empleados públicos están bajo un ataque como nunca antes. Y estamos respondiendo como nunca antes. No estamos esperando para empezar a negociar un nuevo contrato económico, y junto con la AFSCME hemos iniciado una amplia campaña de respuesta.

Todos a Albany

Siempre hemos sido una organización de activistas, y ahora que están en juego nuestros derechos, nuestros empleos y nuestras pensiones, incito a nuestros miembros a que participen más que nunca. Usted puede participar abordando un autobús sindical rumbo a Albany para la Jornada de Cabildeo el martes 3 de mayo. También puede sumarse a nuestro nuevo Equipo de Voluntarios en Resistencia, llamando al Departamento de Acción Política al 212-815-1550. Inscríbase en nuestra lista de alertas sindicales electrónicas en www.dc37.net.