Por LILLIAN ROBERTS
Directora ejecutiva del Consejo Distrital 37, AFSCME
Por toda la nación, cada día hay 5,000 families que
pierden sus casas en tanto que el país más rico de la
tierra padece la peor ola de cierres de hipotecas desde la Gran Depresión
de los años 30. Más de dos millones de estadounidenses
están en peligro de perder sus casas en los próximos
años, simplemente porque no podrán seguir haciendo sus
pagos de hipotecas.
Aquí, en la ciudad de Nueva York, donde los apartamentos tipo
estudio pueden ser vendidos a $1 millón, un ejército
de desposeídos está creciendo rápid-amente y
el número de quienes viven en la calle sin hogar acaba de marcar
la cifra más alta jamás alcanzada. De enero a marzo,
los prestamistas cerraron las hipotecas de 1,200 familias en Queens
y de 1,100 en Brooklyn. El total en toda la ciudad se ha duplicado
desde 2004, y se esperan más de 15 mil este año.
Nuestros miembros que trabajan duramente no están inmunes.
Cada uno de estos días, los abogados de los Servicios Legales
a los Empleados Municipales de DC 37 están trabajando para
salvar los hogares de cerca de una docena de miembros que están
ya bajo el ataque del cierre de hipoteca, o con un peligroso retraso
en sus pagos.
Hogares perdidos
Cuando esta crisis irrumpe en los medios de comunicación, las
historias normalmente son sobre las amenazas al sistema bancario o
al mercado de la vivienda. Pero yo estoy profundamente
preocupada por la verdadera crisis: por el sufrimiento de las víctimas
humanas, por la gente real que está de hecho perdiendo sus
hogares, sus ahorros y su parte del Sueño Americano.
Son las víctimas del préstamo depre-dador hecho por
agentes sin escrúpulos y por instituciones crediticias que
ponen la tentación de subprimas de hipotecas ante
gente tan desesperada por comprar o conservar su casa que firma en
la raya sin entender las letras más pequeñas del contrato.
Estos depredadores a menudo saben que sus víctimas realmente
no tienen con qué hacer los pagos, especialmente cuando se
acaba la baja tarifa introductoria de atractivo y los
pagos se disparan a cientos de dólares mensuales, normal-mente
fuera de la capacidad de pago del deudor. Estos préstamos de
subprima vienen cargados con cuotas ocultas y castigos exorbitantes
de prepago o prohibiciones irrestrictas, lo que hace difícil,
si no imposible, un refinanciamiento.
MELS ayuda
Esto es lo que se llama la bomba de neutrón: el prestamista
cierra la hipoteca y toma la casa. La familia queda devastada, pero
la casa sigue en pie para que el pre-stamista la vuelva a vender.
Los préstamos de subprima se los endilgan a los inmigrantes,
a los ancianos, a los afroestadounidenses y a los latinos, quienes
muchas veces no pueden obtener un trato equitativo en las instituciones
bancarias importantes. Los compradores de casa sin experiencia y la
gente que tiene que refinanciar para hacer reparaciones urgentes son
las víctimas preferidas de los depredadores.
En el DC 37, estamos protegiendo a los nuestros, ahora mismo. ¿Quién
más lo hará? Nuestro Programa de Vivienda de los Emple-ados
Municipales y nuestros Servicios
Legales a los Empleados Municipales están aquí para
usted, ya sea si está retrasándose en sus pagos o simplemente
empezando a pensar en comprar una casa, una vivienda de cooperativa,
o un condominio.
El Programa de Vivienda de los Empleados Municipales (MEHP) ayuda
a quienes por primera vez van a comprar una casa a que lo hagan inteligentemente.
Los abogados de Servicios Legales (MELS) pelean en respuesta a los
prestamistas depredadores que quizás ya le tiraron a usted
sus anzuelos. Pueden ayudarle a librarse del problema, parar el reloj
de los cierres de hipotecas, y encontrar un financiamiento que pueda
pagar.
Los líderes del MEHP y el MELS ofrecen estos consejos para
ayudar a los afiliados a evitar los timos que se dirigen a los compradores
de casa y a los propietarios de casas: